La España que maravilló con su juego en la Eurocopa y que asombró por su efectividad en el mundial de Sudáfrica, definitivamente parece que ha perdido su magia.
Esta selección capaz de ganar consecutivamente dos campeonatos, salió goleada y vilipendiada contra Portugal y contra Argentina. Tras estas dos decepciones, nada mejor que un partido en casa contra una selección mediocre tirando a mala para levantar la moral de los nuestros. Si el juego de España es sólo medio bueno, lo lógico es una goleada.
Con estas, empieza el partido y todo se desarrolla con un guión que no es el previsto ni muchísimo menos. España ha hecho otro partido mediocre y ha sufrido muchísimo contra una Colombia que, sin aportar prácticamente nada, ha merecido mucho más.
Del Bosque ha planteado un partido muy conservador, con cinco centrocampistas y un único delantero, Villa, al que no le ha llegado ni un balón. Sólo en la segunda parte, con la entrada de Torres y Llorente, la selección se ha animado un poco y, sin merecer ganar pero con empuje, garra y la suerte de los campeones, ha conseguido evitar la debacle que habría supuesto no ganar en casa a Colombia.
Para mí, esto es debería significar el fin de una etapa. La de Del Bosque al frente de la selección. Al menos ha conseguido reaccionar en la segunda parte y cambiar un poco las cosas, pero, de seguir jugando así, veo algo difícil la clasificación para la próxima Eurocopa.
Ojalá me equivoque porque nada parece indicar el relevo de Del Bosque. Los jugadores tienen mucha calidad y si recuperan la dinámica ganadora pueden seguir haciendo grandes cosas, pero hay que ofrecer mucho más que hoy para no defraudar a toda la afición. Si este equipo tan mediocre nos puede crear tantas dificultades, otras selecciones nos pueden dar muchos disgustos.
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