Lo ocurrido ayer ha sido recibido por la fiel
afición del atlético como una catástrofe inexplicable pero, si lo miramos
fríamente, es una consecuencia lógica de lo que lleva sucediendo en el club
desde hace bastantes temporadas.
Hasta la temporada pasada, la calamidad en el
juego, la pésima gestión, la dirección enfrentada entre Gil Marín y Cerezo se
veía disimulada por el buen hacer del Kun Agüero en el campo. El Atlético tuvo
la gran suerte de que uno de los cuestionadísimos fichajes realizados en los
últimos veinticinco años se tornara en crack de los de verdad, de los que se
cuentan con los dedos de una mano. El Kun Agüero ha sido el salvavidas del
equipo durante cinco años.
Pero la suerte de la agencia de compraventa de
jugadores del atlético no empieza aquí. La descollante aparición de figuras
como Torres enciende una luz en la cabeza del máximo accionista y a la vez peor
directivo de la larga historia del Atlético de Madrid, que decide convertir ese
club que hasta ese momento le servía solo como escaparate público en una
rentabilísima agencia de compraventa de jugadores. Así, los ilegítimos
propietarios del equipo empiezan a hacer caja con Maxi, Jurado, Heitinga,
Simao, etcétera, para rizar el rizo este último verano con la venta de De Gea,
Forlán y Agüero y descapitalizar el club deshaciéndose de todo el talento que
cotice en los mercados. Desde luego, la nula inversión realizada no se podía
rentabilizar más.
El capítulo de entrenadores merece mención
aparte. Quique avisó que si se vendía a Jurado se marchaba y tuvo la
caballerosidad de aguantar hasta el fin de temporada a pesar de que, en el
lote, además de Jurado vendieron a Simao. Vista la situación y puestos a la
búsqueda de entrenador este verano, se encontraron con que nadie de los que
pretendían quería venir a aguantar semejante disparate. Con semejante panorama,
Manzano es el único que parece aceptar el desafío de superar la catástrofe de
su etapa anterior. Y a fe mía que lo ha conseguido.
Los fichajes realizados, una vez más, son de
saldo para intentar rentabilizar la inversión realizada y se comete el
despropósito de gastarse un pastón en fichar a un delantero rematador, más
medios centros mediocres, un defensa que nunca ha jugado en Europa y todo lo
que venga gratis. Así llegan un par de buenos jugadores como Adrián y Arda
Turán y algunas mediocridades como Gabi o Pizzi. Pero como no hay plan
deportivo ninguno y se ficha sin saber para qué y sin contar con el entrenador
en absoluto, se llega a una situación de absurdo en la que hay que buscar
refuerzos gratuitos en forma de cesión. Así llegan Diego, que se irá en cuanto
se haya puesto en forma una temporada, y Courtois, que le cierra la puerta a
dos buenos guardametas como Asenjo y Joel.
Pero resulta que el entrenador al que se ficha
no juega con bandas y la gran inversión, ese delantero capaz de crear una
ocasión de gol en cada balón que le llegue en buenas condiciones, hace
precisamente eso rematar todo lo que le llega, es decir, uno o ningún balón por
partido. Resulta que el esfuerzo hecho para contratar a Tiago, que despuntó las
pasadas temporadas, es inútil porque Manzano no le pone. Resulta que Manzano la
toma con Reyes y le retira la titularidad. Resulta que empiezan a rotar
centrales como peonzas sin dar confianza a ninguno y sin que nadie se entienda
con nadie. Resulta que los Mario, Assunçao, Gabi y compañía no tienen la
calidad que nos pretenden vender (qué sorpresa, como si no lo supiéramos) pero
cierran el paso a los que sí la tienen (Elías, que sale del equipo por el
overbooking de extracomunitarios, y Koke). Resulta, en resumen, que el equipo
no funciona y que el enésimo proyecto de esta era es un fiasco de mayores
dimensiones que el del año anterior, como ha pasado tantas y tantas veces.
Así las cosas, la catástrofe empieza a tomar
cuerpo y se irá Manzano y vendrá el Cholo. Simeone lo puede hacer francamente
bien, espectacularmente bien, pero el mal endémico de este equipo seguirá
existiendo y seguirá prevaleciendo sobre el buen hacer de quien venga. Puede
que Cholo trate a los jugadores con una sobredosis de testiculina y que el
equipo termine en mitad de la tabla o clasificándose para la UEFA por los pelos
un año más. Pero el atleti seguirá siendo un equipo mediocre y seguirá sin
tener un proyecto deportivo en condiciones mientras los mangantes que tenemos
como accionistas y como directivos del club sigan rentabilizando el equipo
mirando a sus propios bolsillos y no construyendo un proyecto coherente de lo
que es esta empresa, un club de fútbol.
No sé cómo terminará esta historia. El equipo
empieza a oler a segunda. No sé el crédito que tendrá Simeone ni en qué tiempo
se le agotará. No sé si este club histórico terminara desapareciendo gracias a
la mala gestión de la directiva que se irá finalmente con los bolsillos
rebosando de billetes y con el club finiquitado. Lo que sé es que están jugando
con la ilusión de miles de aficionados que no aguantamos más esta situación.
Algún día se les acabará la suerte y empezaremos a organizarnos y a implicarnos
de verdad y a construir el principio de su fin pero, a la vista de la reacción
de la afición, ese día por desgracia está aún lejos y movimientos que deberían
aglutinar a todos los aficionados atléticos como Atléticos por el cambio,
infierno rojiblanco, etcétera, son aún minoritarios.
Por cierto, la crónica del partido, que se me
olvidaba:
- Casi todos de pena, menos Asenjo y Diego.
- El Atleti no fue capaz de marcar contra un segunda B.
- Las ocasiones de gol se repartieron por igual, pero las del Albacete fueron más claras.
- La estrella del partido: ASENJO. Salvó una goleada.
- Enhorabuena al Albacete por su fe, su pundonor y su buen hacer y a su entrenador por el planteamiento del partido. El Albacete pasa de ronda de forma merecida e incontestable.