viernes, 27 de abril de 2012

Valencia 0 - At.Madrid 1

Planteó el partido el Cholo con una clara intención. Aguantar las acometidas del Valencia en el primer tiempo sin encajar un gol y esperar a que, en la segunda parte, mermaran las fuerzas para buscar su oportunidad. Y le salió bien. Si el Valencia hubiera marcado en la primera parte tendría que haber cambiado el guion enseguida, pero no hizo falta. El Atlético aguantó bien en defensa y Courtois fue una muralla infranqueable durante todo el partido en las tres o cuatro oportunidades en que el Valencia llegó a la portería con peligro. Tampoco fueron más. El Valencia dominaba el juego al controlar el centro del campo, cedido voluntariamente por un Tiago poco participativo y por un Mario que reculaba constantemente y se convertía en un central más, pero los centrales estaban atentos y en su sitio para acabar con las opciones de gol de los chés. Así llegó el descanso, con dominio Valencianista pero con el acoso relativamente controlado.

En la segunda parte Cholo dio entrada a Gabi por Mario, el Valencia acusó el esfuerzo y el partido cambió a los diez minutos. El Atleti empezaba a tener el partido donde quería merced a la ventaja que traía del Calderón. Sólo faltaba matarlo en una contra y lo hizo en la primera en la que llegó en la segunda mitad, un pase excepcional de Diego, buen control de Adrián con el pecho y espectacular remate seco cruzado a la escuadra. Una obra de arte más de Adrián esta temporada que dejaba prácticamente sentenciada la eliminatoria. A partir de ese momento el Atlético se dedicó a controlar más el juego y el Valencia a ir con más corazón que buen juego. Solo dos puntos negros en el partido. El primero, la lesión de Canales, que se vuelve a lesionar aparentemente de gravedad en un giro de rodilla que pone los pelos de punta. La segunda, una tangana en la que varios jugadores perdieron los papeles ante algo que parecía un penalti de Tiago que no lo era y que el árbitro acertó al no señalar, pero que hizo que Tiago tuviera una actitud absolutamente estúpida al caer en las provocaciones del siempre marrullero Soldado y agrediera a un contrario de forma tan absurda como injustificable. El merecido castigo fue la roja y quedarse sin jugar la tercera final del Atlético. Tres de tres. Una porque no estaba inscrito y dos por sanción. Se perderá la fiesta de Bucarest por tonto.
  • Courtois (5): No solo ha atajado todos los balones que le han llegado sino que ha dado la impresión de ser absolutamente imbatible. Sobresaliente su actuación. 
  • Juanfran (4): Ha tenido muchísimo trabajo y pocas ayudas defensivas. Aunque ha sido superado en varias ocasiones en un dos contra uno, buen nivel como nos tiene acostumbrado. 
  • Godín (5): Hoy ha vuelto a ser un baluarte defensivo. Soldado no ha rascado bola y no ha conseguido rematar en una sola ocasión con peligro. 
  • Miranda (4): Buena labor en los balones aéreos y en los corners. Ha completado a Godín a la perfección y han sido una pareja de centrales eficaz y contundente. 
  • Filipe Luis (3): Ha cumplido en defensa, aunque pocas veces ha salido al ataque. 
  • Mario (1): Pésimo partido de Mario, que ha perdido muchos balones en defensa, ha reculado en exceso y no ha sabido dar desahogo al Atlético. 
  • Tiago (1): Entre estar poco acertado y la estupidez de la expulsión, calificación mínima. 
  • Diego (3): En la primera parte no la ha olido. No ha participado en el juego porque se ha tenido que encargar del trabajo que no hacían ni Mario ni Tiago. En la segunda ha dado desahogo al equipo y ha dado una gran asistencia en el gol de Adrián. 
  • Arda (4): Muy bien el turco. Ha sido el que más ha inquietado a la defensa contraria, ha recuperado muchos balones y nos ha deleitado con algunos de sus regates imposibes. 
  • Adrián (4): Ha luchado todo el partido, más en defensa que en ataque. Le ha caído una y la ha colocado dentro en otro golazo, en los que se está especializando. 
  • Falcao (3): Ha hecho su trabajo sin destacar demasiado. En a primera parte ha sido una isla pero siempre ha fijado a los defensas y ha presionado la salida del balón del Valencia. 
  • Gabi (4): Su salida ha supuesto un cambio radical en el juego del equipo, que le estaba echando en falta. Sustituyó a un pésimo Mario y supo hacerse con el mando del centro del campo. Todos empezaron a jugar por delante de él gracias a su trabajo defensivo y de organización. 
  • Salvio (2): Ha tapado bien su banda en las subidas del Valencia, pero no ha aportado al equipo la frescura que se esperaba. 
  • Koke (-): Ha estado poco tiempo en el campo. No ha tenido tiempo de aportar nada. 
Bueno, tras las ¿sorpresas? que han supuesto la eliminación de Real Madrid y Barcelona en Champions, el pabellón español queda alto merced al buen hacer de dos equipos más pequeños, ambos rojiblancos, que harán del día 9 de mayo un festival de fútbol español en Bucarest. Atlético de Madrid y Athletic de Bilbao han sido los dos mejores equipos de esta UEFA Europa League sin ningún lugar a dudas y ambos estarán merecidamente en la fiesta de Rumanía. El espectáculo está servido. El campo rumano se teñirá por completo de rojiblanco y dos de las aficiones más entregadas del mundo disfrutarán del espectáculo en el número que al jodido Platiní de los huevos le de la gana asignar en forma de entradas a cada uno de los equipos. Se habla de once mil entradas a cada uno y casi treinta mil reservadas por la UEFA para los comedores de canapés. Es una pena que esto pase un año tras otro mientras miles de aficionados se quedan sin el sueño de poder asistir al encuentro, pero es un detalle que no empañará la fiesta más allá del ridículo que supone ver en una final dos fondos abarrotados de seguidores y el centro de la grada vacío porque un imbécil ha reservado más entradas de las que podrían llenar sus inmensos cuernos.

Espectáculo genial el dado hoy por los dos equipos rojiblancos. San Mamés rugió como en las grandes ocasiones y Valencia también, pero gracias a los seguidores rojiblancos que, desde su esquina, se hacían oír por encima de los miles de valencianistas a los que calló Adrián. Espectáculo aún mejor el que nos espera a la vuelta de la esquina y que superará en audiencia, interés y diversión a la descafeinada final de Munich sin presencia española. Enhorabuena a los bilbaínos. Nos vemos en Bucarest.

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