martes, 4 de septiembre de 2012

La princesa está triste, ¿qué tendrá la princesa?

Me siento un hombre afortunado. Pasé 24 años de mi vida formándome para encarar el futuro con garantías y llevo 26 años currando como un cabrón para sacar mi familia adelante, para poder pagar una casa donde alojarme, para vivir de una forma relativamente cómoda. En un país sumido en una crisis económica y de empleo brutal, yo sigo teniendo trabajo y me pagan todos los meses, por eso soy afortunado. Tengo una mujer a la que adoro y unos hijos que son lo que más quiero en el mundo, por eso soy afortunado. Tengo la salud un poco maltrecha ya, a mis casi 50 años, pero sigo aquí y con fuerzas para seguir tirando hacia adelante, por eso soy afortunado. Tengo los mejores amigos del mundo, que están a mi lado en los momentos buenos y en los malos, por eso soy afortunado. Nací en un país del Norte, donde hay una buena educación, recursos, sanidad pública y no existen las hambrunas ni las epidemias, por eso soy afortunado. Por todo ello soy feliz, pero no todo el mundo puede decir lo mismo. Si no fíjense, por ejemplo en el pobre Cristiano Ronaldo.



La princesa está triste, ¿qué tendrá la princesa? El pobre gana, según France Football, 29,2 millones de euros al año. Comparando conmigo, que gracias a Dios no soy mileurista, Ronaldo gana en 25 días lo que con suerte ganaré yo en toda una vida laboral de 40 años de trabajo. No exagero ni un ápice. He echado las cuentas. En un país en plena crisis económica, este pollo se levanta 80.000 euros diarios. 


Pero está triste porque no es el que más gana. Messi le supera. Messi tiene que ser para él como un dolor de huevos constante. Por más que haga, siempre hay uno mejor que él. Lo que todos sabemos desde pequeñitos él no es capaz de asumirlo. Ronaldo tiene un ego del tamaño de un país mediano y no le vale con tener el mismo sueldo que el PIB de un país pequeño. Él quiere más. El mejor, el más guapo y el más listo se merece ser el primero en todo. Él tiene que ser el niño en el bautizo, la novia en la boda y el muerto en el entierro. Si no es el primero siempre en todo, se pone triste.

Los niños que cada día pasan hambre en países del tercer mundo no tienen derecho a estar tan tristes como Cristiano. Los enfermos que llenan los hospitales con enfermedades crónicas no tienen derecho a estar tan tristes como Ronaldo. Ni los familiares de las personas que fallecen cada día, ni los padres que se ven incapaces de alimentar a sus hijos, ni las mujeres maltratadas, ni los hombres que pierden sus trabajos, ni aquellos que ven angustiados cómo se les termina el subsidio de desempleo, … Ninguno de ellos tienen tanto derecho como Cristiano Ronaldo a estar triste. 



Por un momento hoy me he sentido tentado de ir a ver a mi jefe y decirle que estoy triste porque mis clientes no aplauden cada vez que pongo una aplicación en producción. Vamos, de hecho yo creo que ni me quieren. También pensaba decirle que mis compañeros no consideran que sea el mejor en todo lo que hago y eso es muy injusto porque sí que lo soy. Me he planteado decirle que me encuentro triste porque no me han dado el premio Nobel ni el Príncipe de Asturias. Por último quería también decirle que no soy el que más gana de la empresa y no hay derecho a eso porque soy el más guapo, el más listo y el que mejor lo hace todo. Claro que, si me sube el sueldo y me paga un euro más que al mejor pagado de mi empresa igual se me pasa la tristeza… Pero no me he atrevido a ir. No sé por qué, pero al final me daba como vergüenza. Qué tontería.

Ronaldo, sé que muchos te defenderán en tu reclamación y en tu tristeza, pero desde aquí tengo que decirte unas cuantas verdades. Ya sabía de antes que eras un tonto a las tres, que el tamaño de tu ego es aún más grande que el de tu nómina, que eres tan bobo que te crees de verdad que eres el más guapo, el más rico y el mejor, que eres un engreído al que importa más su lucimiento personal que ninguna otra cosa en este mundo. Pero es que además acabas de demostrar que eres un pantomimas, un niño tonto mimado y consentido que no se merece absolutamente nada de lo que tiene, un insolidario y una mala persona por no darte cuenta de lo afortunado que eres, un ingrato y un desagradecido por no valorar el cariño con el que te ha tratado el Real Madrid y su afición, pero sobre todo un mequetrefe, un mindundi y un mierdecilla que no vale absolutamente nada fuera de un terreno de juego porque tiene la realidad distorsionada por su propio ego.

Eso sí, si te sientes triste, dilo. Porque siempre habrá miles de periodistas ansiosos de oír cualquier gilipollez tuya y darte cuartelillo en sus innombrables columnas de opinión de sus diarios deportivos. Y, por cierto, Messi es infinitamente mejor que tú. En todo, pero sobre todo como persona. Que lo sepas.

2 comentarios:

  1. ¿Cómo te atreves? ¿Cristiano Ronaldo, una princesa? Estás equivocado: es un emperador, el dios-emperador galáctico.Y ante su trono, hasta el mismo Messi hinca la rodilla y lo adora.¿Por qué no haces tú lo mismo?

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